viernes, 13 de agosto de 2021

UN POEMA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

 

UN POEMA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

INTRODUCCIÓN

   Las recientes elecciones presidenciales sacaron a relucir el enorme racismo y el clasismo de las clases altas y medias del Perú. Los poderosos gremios empresariales y prácticamente toda la prensa cerraron filas alrededor de la heredera política del sátrapa corrupto de los 90. Un macartismo feroz y una mixtificación evidente fueron esgrimidos por los medios y los líderes de opinión.

   Al parecer, el otro país, el Perú “profundo” y soterrado, ha elegido a uno de los suyos. La prensa y la derecha siguen sangrando por la herida y no asimilan del todo la derrota. Siguen conspirando y generando zozobra.


LITERATURA Y SOCIEDAD PERUANA

   Uno de los poemas más emblemáticos de la década del 60 en el Perú es "Crónica de Chapi", de Antonio Cisneros. Lo que muchos ignoran es que el poema narra hechos que ocurrieron realmente en un contexto de violencia revolucionaria y que tuvo como actor principal al denominado Ejército de Liberación Nacional (ELN), organización político-militar de la llamada Nueva Izquierda. El ELN estuvo formado por estudiantes y exmilitantes del Partido Comunista peruano (antes de su división a mediados de los 60). Héctor Béjar (actual canciller del gobierno izquierdista), Luis Zapata, Javier Heraud, Edgardo Tello, Milciades Ruiz, Juan Pablo Chang, entre otros, fueron sus cuadros principales. El poema de marras poetiza la toma de la hacienda Chapi, llevada a cabo por la guerrilla el 25 de setiembre de 1965. Antes de la Reforma Agraria, de 1969, el gamonal era el amo y señor de la vida de los campesinos bajo su dominio. Esto no lo inventaron los escritores indigenistas. La enorme asimetría existente y las relaciones jerárquicas de servidumbre en las haciendas eran una ignominia y correspondían a una fase feudal. Las tomas de tierras, por parte de los campesinos, organizados en sindicatos, se venían produciendo en la Sierra desde comienzos de los 60. Un libro clave para entender esta situación de semiesclavitud es Huillca: habla un campesino peruano, de Hugo Neira, publicado en 1975.



    Volviendo al poema (incluido en el célebre Canto ceremonial contra un oso hormiguero), Cisneros pretende guardar cierta objetividad y distancia frente a los hechos, debido al uso de la tercera persona y por la utilización alternada de un lenguaje periodístico y distintos niveles lingüísticos:

Los guerrilleros entierran sus latas de pescado,

recogen su fusil, callan, caminan.

Sin más bienes

que sus huesos y las armas, y a veces la duda como grieta

en un campo de arcilla. También el miedo.


   Muchos estudiantes peruanos de esa época fueron seducidos por la revolución cubana y por la gesta del Movimiento 26 de Julio. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue otra organización político-militar que enarboló la lucha armada en 1965. En sus filas hubo universitarios, profesionales jóvenes, sindicalistas, campesinos, etc. Luis De la Puente Uceda, Guillermo Lobatón, Fernández Gasco, Walter Palacios, Máximo Velando, etc. eran sus principales dirigentes. El MIR y el ELN fueron combatidos y derrotados por el Ejército, que reprimió sin miramientos a los insurgentes y a sus colaboradores (muchos civiles sufrieron también la represión estatal en las zonas de combate). El 3 de octubre de 1968, el general Velasco Alvarado dio un golpe militar y el 9 las FF. AA. expropiaron las instalaciones de la International Petroleum Company (IPC), en Talara (norte peruano). Había nacido el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas. Muchos no imaginaron que las banderas de lucha del MIR y del ELN serían reivindicadas por los militares. Algunos de sus cuadros sobrevivientes, luego de ser amnistiados en 1970, pasaron a trabajar con los generales. La oligarquía terrateniente y el gamonalismo fueron liquidados. No tenían razón de ser en una sociedad cuya meta era ser moderna. ¿El sacrificio de tantos jóvenes y luchadores anónimos valió la pena? ¿Se alcanzaba finalmente la justicia para millones de campesinos invisibilizados secularmente por un Estado hegemónico y racista? No obstante, lacras sociales como el patrimonialismo, el clientelismo, el racismo, el autoritarismo, etc. persistieron. Fujimori, Guzmán Reynoso, García Pérez, etc. serían la prueba viviente de su subsistencia. Antes del balotaje de junio, un candidato ultraderechista, empresario y millonario, amenazó de muerte al actual presidente peruano. Ninguna institución (incluyendo la Defensoría del Pueblo) se pronunció.

¿SOCIEDAD DEMOCRÁTICA?

   La sociedad peruana es profundamente antidemocrática.  En sus orígenes la república peruana tiene graves antagonismos y una fuerte herencia de lacras coloniales, algunas de las cuales persisten hasta hoy (como parte de la estructura básica de la sociedad peruana). Para el historiador Alberto Flores Galindo, en La tradición autoritaria. Violencia y democracia en el Perú (1999): “La sociedad colonial, cuando llega la Independencia, no había producido ciudadanos como en América del Norte, sino hombres diferenciados por el color de la piel, el título nobiliario, el ingreso económico, los antepasados, el lugar de nacimiento” (resaltado nuestro).

   Es decir, hoy en día, en Perú todavía existen ciudadanos de primera y de segunda clase (incluso de tercera). En la cima de la estructura jerárquica están los peruanos de rasgos caucásicos, capitalinos, potentados y de apellido rimbombante. Son una minoría y apuestan por conservar todos sus privilegios y capital simbólico. Pueden amenazar de muerte a cualquier ciudadano humilde con total impunidad. Salvo mejor parecer.

 




Jaime Gamarra Zapata

Escritor peruano. Editor y gestor cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Asociado de Amnistía Internacional (sección peruana). Ha publicado 5 poemarios y colabora con revistas de literatura de Perú y del extranjero. Editor de Amarukan, revista de estudios andinos. Coeditor de la revista literaria Ergo. Administra el blog Cero fútbol: http://cerosoccer.blogspot.com/

                                                   Foto tomada el 26/05 por el autor