domingo, 14 de agosto de 2016

Textos libertarios



La Unión Europea contra la pared


   El referéndum inglés sobre la permanencia o no de la Gran Bretaña en la Unión Europea, realizado el jueves 23 de junio, ha resultado un terremoto político en Europa, pues los ingleses han votado por el Brexit (ruptura con la Unión Europea), por solo 2 % de diferencia, pero, para escenificar mejor ese sismo, las Bolsas de Valores en casi todo el mundo han caído en un promedio de 6 o 7 % (en París es de 8.04 %).

   Según los medios franceses, son los de mayor edad quienes han inclinado la balanza en favor del Brexit, mientras los jóvenes han votado por mantener la adhesión a la UE. Igualmente, contra el Brexit se han pronunciado los pueblos de Escocia, País de Gales e Irlanda del Norte; así que Inglaterra está en peligro de partirse en cuatro pedazos, ya que estas tres naciones quieren ahora su Independencia de la Corona británica.

   Para empeorar este cuadro de crisis, inestabilidad y tensión, la extrema derecha y la extrema izquierda europeas, al unísono, piden que los pueblos voten y se pronuncien contra la Unión Europea, a la que han convertido en el chivo emisario de todos los errores y aberraciones económicas, sociales y políticas de sus gobiernos, o sea, la política ultraliberal, que se implementa desde hace más de 30 años, alegando que tenemos que recuperar nuestra independencia, nuestra soberanía nacional y nuestra libertad que habrían sido confiscadas por la Unión Europea, bajo el liderazgo de Alemania y su canciller, Angela Merkel.

    Como si Francia, o Italia y cualquier otro país miembro de la Unión, fuesen colonias y semicolonias, saqueadas por algún “imperialismo”, igualito a lo que sucede con los países del Tercer Mundo. Esta visión es falsa porque pretende ocultar a los tiburones que navegan en cada uno de estos países de Europa: las grandes empresas transnacionales destructoras de empleos en este y todos los continentes. Estos tiburones son los que manejan a la Comisión europea y a todos los gobiernos que ejecutan las políticas antisociales dictadas por ella.

   Es decir, que la “independencia”, la “soberanía” y la “libertad” de cada nación es una gran estafa, una mentira para manipular a los electores, puesto que con o sin Unión Europea, nuestra suerte será trágica  ya que los tiburones del capitalismo “nacional” seguirán tragándose a las sardinas, que somos los consumidores, los trabajadores, los pobres, los jubilados no afortunados, los jóvenes, los desocupados y los excluidos de todo beneficio, que expresan su rabia en las violencias urbanas, casi incontenibles por las autoridades.

   La extrema derecha y la extrema izquierda electoreras solo tratan de pescar votantes en río revuelto y en forma irresponsable, porque las consecuencias de un repliegue de cada uno dentro de sus fronteras nacionales son incalculables, y pueden ir desde el empobrecimiento general, pasando por la agresión contra todos los extranjeros, hasta la mismísima guerra, cuya contención durante 70 años ha sido la ventaja mayor de la Unión.

   He aquí la raíz de nuestra preocupación e inocultable ansiedad, agravada por el hecho de que algunos “compañeros” del Perú y otros países del llamado Tercer Mundo ven la “revolución social” detrás de todo este seudorradicalismo, que es la destrucción por la destrucción. Si vieran el verdadero monstruo que se esconde detrás de la caldera que ha devenido el planeta, la guerra generalizada, pues otra sería su actitud, al menos más sana, pues los anarquistas siempre estuvimos contra la guerra, contra todas las guerras, las armas y el militarismo, sobre todo ahora en que el autoritarismo más criminal se esconde detrás de palabras atractivas como libertad e independencia y “muerte al sistema”.

   En resumen: no estamos por la destrucción de la Unión Europea, sino por su refundación en una unión de pueblos que buscamos la paz y el bienestar, superando el capitalismo que todo lo prostituye.





   La Francia, digo en sus clases bajas, de las que formamos parte, se ha empobrecido tanto que el racismo creciente se alimenta de la idea que “no se puede compartir la ayuda social con nadie”, que, si siguen llegando inmigrantes y refugiados, la caja del Estado va a vaciarse y nos moriremos de hambre, entonces hay que “expulsar” a la mayor parte y, cuando eso no fuera posible porque ni en sus países aceptarían a tanta gente, ¿qué haríamos? ¿Encarcelarlos, imponiéndoles trabajos forzados, o creando nuevas máquinas de exterminio, más modernas que las cámaras de gas nazis?

   Ya hay una experiencia histórica por la cual Alemania ha debido pedir perdón. ¿Cómo es posible que ahora no se den cuenta de este peligro mortal, y que algunos desalmados consideren “normales” el antisemitismo, la islamofobia y la xenofobia, so pretexto que los inmigrantes seríamos “intrusos”?

   Tengo que aclarar que no todos los franceses son nacional racistas, hay millones que siguen creyendo en que la Francia es “una Tierra de Asilo”, abierta a todos los “Condenados de la Tierra”. Sin embargo, el gobierno es más probable que caiga en manos de la derecha y extrema derecha liberticidas.

Miguel Tauro
Saint Nazaire, 24 de junio del 2016.



Extraído de: http://www.taringa.net/post/apuntes-y-monografias/15157756/Patriotas-de-mentira-y-patriotas-de-verdad.html