lunes, 12 de diciembre de 2016

Rock y cultura popular en Perú

WANKA ROCK: EL INGRESO DE LA MODERNIDAD Y EL ROCK

   Sin desconocer su rico pasado, y los múltiples textos de investigación referidos al tema, la parte de la biografía de la ciudad que nos interesa, es la que denominaremos “Huancayo moderno”, lugar que con todas sus tensiones y complejidades tuvo un proceso similar al que generó el rock en Lima, pero con características propias. Un aporte fundamental del presente trabajo será tratar visualizarlas. Huancayo, entendida como “conjunto” físico en el que se genera el rock, es una ciudad “producto” de la modernidad y no únicamente en lo arquitectónico, pues lo moderno no es solo lo físico, sino el conjunto formas de consumo, costumbres y prácticas, que van desde el habla a la manera de relacionarse y de “entenderse” en un mundo regido por el vértigo. La ciudad nunca ha tenido largos procesos de “estratificación”, recordemos, por ejemplo, que tras la batalla de Azapampa, siglo XIX, contra el ejército realista, fue destruida. En el caso de Huancayo, lo “moderno” se patentizó, también, en el “abandono” del quechua, y la castellanización total en una década relativamente temprana del siglo XX, así como la “adopción” o reemplazo de instrumentos tradicionales por otros modernos en su música, etc. Lo universal como lo llama Giddens, hizo su “ingreso” en ferrocarril, y por una amplia carretera llamada Central, lo que dio la posibilidad a esa interrelación dialéctica.

   Tras la Primera Guerra Mundial, asistimos al afianzamiento de los EE. UU. como potencia, situación que se agudizaría tras la Segunda y por el otro, el gobierno de carácter progresista de Augusto B. Leguía en el Perú. Durante su mandato, se apertura el mercado a la entrada de capitales norteamericanos, lográndose de esta manera un impulso modernizador reflejado en la ejecución de obras de penetración e infraestructura. A este proceso debemos sumarle otra “corriente” que converge, en la formación identitaria, con lo ferial e industrial: el despegue de las vías de comunicación, como “brazos de la modernidad”, cada una con sus tiempos y confluencias posteriores, es decir el ferrocarril[1] y la Carretera Central[2]. Dichas vías generaron la posibilidad, el acceso al consumo de lo que por intermedio de la capital, o sin ella en la mayoría de los casos, se desarrollaba en el mundo. Situación que permitirá, a nuestro entender, una “permeabilidad” hacia un fenómeno global y que aconteció en casi todas las ciudades importantes del país[3]. No podemos olvidar el rol, impulso, de los grandes centros mineros  y la Universidad del Centro[4], núcleo de lo que sería una nueva ciudad letrada. Existen además otras causas de carácter histórico: el adolecer de un  sistema de haciendas tipo costeño, debido al “trato preferencial” producto de la alianza con los hispanos.

   Otro fenómeno que la modernidad trajo aparejado, fue la migración a Huancayo, a raíz del crecimiento urbano. Se dieron dos tipos: una denominada “interna”, es decir conformada por habitantes de su propia zona rural y otra “externa”, con presencia de campesinos de Huancavelica, Pasco y Ayacucho, y alguna población,  aunque muy minoritaria, árabe, china, italiana, además de los migrantes provenientes de Lima. Esta “conjunción” de personas de diversa procedencia, generó cosmopolitismo, un cierto tipo de apertura cultural. Otro factor que no podemos dejar de mencionar fueron las radios, que cumplían un rol similar, salvando distancias, al que ocupa la computadora en nuestros días. Es decir, ser una herramienta “democratizante” del acceso a la información. La primera emisión de Radio Huancayo…  La Voz del Centro del Perú se realizó el 6 de enero de 1935. Los cines como el Astoria, el Central, el Real, eran no solo vitrinas de lo nuevo que traía el rock, desde Al compas del reloj hasta Easy Ryder, sino espacios de difusión del género mediante las matinales.


   En el caso de Huancayo, se dio una “apropiación”, que no es alienación,  del rock mestiza. Es decir, se da aunando las características propias de  la sociedad que los formó y de la cual no lograron desligarse de manera concreta. Por ejemplo en el caso de la religión, donde no se dio una crítica o rechazo a la misma. Al contrario, las bandas animaban, a veces, festividades tradicionales según diarios de la época. Así desde fines de la década del 50, se dieron los embriones de bandas. La primera en salir al ruedo fueron Los Sugar Bee (1962), luego: Los Fracks (1963), Los Landers (1964), Los Deer Boys (1964), Los Lyons (1965),  Los Bolders (1966), Los Speed's 66, Los Zinder´s   (1966-67), Los TNT (1967), Los Sichers  (1967), Los Datsun´s  (1967), Los Nasser´s (1967), Los  Escorpion´s (1968), Los Gatos Negros  (1968-69), Los Five Thee  (1970), Los Challengers (1970), La  Gota  Dulce (1970), Sonido Joven (1971), Los  Andy Panda I (1971), Los Apóstoles de la Hierba (1971),  La V Rebelión (1972),  Los Karis (1973), El Gran Trío Rock (1975),  José Carlos (Windor Cedrón) (1976), Los  Andy Panda II (1976), Los Felpas (1976-77), La Banda del Camino (1978),  Púrpura 2000 (1978-79), La Máquina (1979). Existieron otras bandas de las que solo hemos conseguido algunas referencias, pero que sin embargo no podemos dejar de mencionar, tal como Los Incógnitos, del año 1967, formada por Pepe  Correa, Augusto  García y el “Loco” Orihuela. El grupo Exhortación, conformado por Gustavo Villavicencio y los hermanos Ninahuanca, que eran chicos de Cerro de Pasco que estudiaron en el Salesiano y hacían full Beatles.  El grupo Fugaz, Los Kancas, del chino Yachi, Los Long Way, Filamento Rojo, Los Dangers y algunos otros. Con esta información podemos asegurar que Huancayo fue la segunda ciudad en importancia rockera después de Lima.
Francisco León













[1] El Ferrocarril Central inició su transporte a Huancayo el 24 septiembre de  1908, luego de un contrato   celebrado entre el Estado y la Peruvian Corporation. El primer tramo, del callao a Lima, se construyó durante el gobierno de Ramón Castilla, el segundo de Lima a la oroya  durante el gobierno Balta, y el tercero de la La oroya Jauja se efectuó durante el gobierno de José Pardo.
[2] Construida durante el segundo gobierno de Óscar R Benavides, 30 de abril de 1933 - 8 de diciembre de 1939.
[3] Por citar algunos ejemplos podemos mencionar: Los Siderals de Ayacucho, Los Texao de Arequipa,  El Opio en el Cusco, Los Galax en Piura, etc.
[4] Fundada el 16 de diciembre de 1959, como Universidad Comunal del Centro, fue particular, luego tras huelgas y marchas a Lima, se logró su nacionalización el 2 de enero de 1962.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Vitarte y el movimiento obrero

VITARTE Y EL MOVIMIENTO OBRERO:
 GÉNESIS DE LA ACCIÓN POLÍTICA EN EL PERÚ
EL ANARQUISMO

El panorama mundial en que surgió el anarquismo se registró a mediados del siglo XIX dentro del movimiento obrero e intelectual, propalándose por toda Europa. Sus negras banderas flameaban cargadas de libertad, autodeterminación, repudio a la política, y búsqueda de la destrucción del Estado por considerarlo fuente de todos los males. Buscaba acabar con “todos” los estados nacionales, mediante una revolución mundial, la cual una vez lograda borraría, de manera definitiva, las imaginarias fronteras que dividían a los seres humanos.

CISMA EN LA I INTERNACIONAL: ANARQUISMO VS. MARXISMO

Esta ruptura se produjo en el seno de la I internacional socialista, a pesar de que ambas doctrinas tuvieron un objetivo común: el lograr una sociedad igualitaria por y para los trabajadores. Esto, en apariencia, pues el concepto marxista solo consideraba como gestor de este cambio al proletariado, es decir el trabajador urbano y fabril. Ellos serían quienes lograrían la transformación social mediante el proceso revolucionario, el cual guiarán. Los anarquistas en cambio no dejaban de lado a otros actores sociales como el campesinado y la pequeña burguesía, he allí su radical diferencia. El anarquismo no situaba a ninguno de los actores involucrados, en el proceso de cambio, dentro de un rango jerárquico de dominio de una clase sobre otra; sino que se basaba en la horizontalidad y la participación de cada una de ellas, e incluso dentro de ellas respetaba la libertad individual.
Para los marxistas era necesario, luego del triunfo de la revolución, no la destrucción del Estado como lo proponían los anarquistas, sino la implantación de “la dictadura del proletariado” como una fase transitoria, mediante un Estado fuerte y centralizado. Todo su aparato era vertical. El individuo no contaba tanto como la sociedad en su conjunto.
Ambas ideologías enfrentaban un enemigo común: la burguesía, pero los anarquistas aceptaban la posibilidad de unión con la “pequeña burguesía” [1], tanto urbana como rural, que en visión de Bakunin:

[…] que de tener más valor e inteligencia no dejaría de unirse a nosotros para luchar en común contra la burguesía que lo oprime tanto como oprime al proletariado.[2]

       

Marx junto con Engels, aplicaron el método científico al análisis de la sociedad, su doctrina estuvo basada en la economía como factor fundamental. Criticaba Marx a Bakunin por considerar que sus postulados eran ideales y acientíficos y no conformaban una doctrina sistematizada como el marxismo. En el caso de la “revolución mundial” dijo Marx que jamás se daría de una manera simultánea, pues cada país tenía sus propias etapas de desarrollo para llegar o no a ella.
Otro tema fundamental de esta “separación” es el papel que debían jugar las pequeñas burguesías, como hemos mencionado, o clases medias, pues para Marx, solo el proletariado/urbano/fabril, era el llamado a realizar y dirigir la revolución. Esto se debía quizás a su visión de la Inglaterra de la época de la revolución industrial, sociedad en la cual él y Engels desarrollaron su trabajo. Marx obviaba además el papel del campesinado, en contradicción con Bakunin. Aquí tomó importancia el problema de posesión de la tierra, pues para Marx la propiedad de la misma debía ser del Estado, mientras que para los anarquistas esta debía pertenecer a los campesinos agrupados en comunas.
Estos son solo algunos puntos de la disputa, la cual se extendió por el mundo entero, y generó una cierta polaridad de la cual el Perú no estuvo exento.


PRECURSORES DEL ANARQUISMO EN EL PERÚ


Me declaro Bakunista, Prohudionano y Kropotkiniano, no marxista.
Manuel González Prada

Entre socialistas y libertarios pueden ocurrir marchas convergentes o acciones en común para un objeto inmediato, como sucede hoy con la jornada de ocho horas; pero nunca una alianza perdurable ni una fusión de principios: al dilucidarse una cuestión vital, surge la divergencia y se entabla la lucha.
Manuel González Prada



Christian Dam


Dentista danés, nacionalizado peruano en 1879, dirigió el órgano de la Gran Logia Masónica del Perú “Libre Pensamiento”. Articulista de renombre internacional, tuvo además una activa pasión social por el mejoramiento y aumento del consumo cultural obrero. Así lo demuestra su amistad con el panadero Manuel Caracciolo Lévano, uno de los más destacados militantes anarcosindicalistas, padre del también dirigente Delfín Lévano.

Fue junto con el músico José Benigno Ugarte fundador del partido radical Unión Nacional, creado por Manuel González Prada en 1891. La Integridad pasó a ser el órgano del partido. El segundo semanario de la Unión Nacional, Germinal, fue clausurado en 1899, tras publicar un poema satírico de Prada contra Nicolás de Piérola y un artículo en el cual  denunciaba su política represiva.
Mediante su “Liga de Libre Pensadores”, Christian Dam se dedicaba a la educación y asistencia de los trabajadores. Así lo dejó establecido en “La Sociedad 16 Amigos”, donde presentó su programa de acción  el 26 de junio de 1898.
En la primera década del siglo XX, Dam continúa  su prédica libertaria, así lo encontramos en el denominado “Centro de Estudios Sociales” ubicado donde hoy queda el Palacio de Justicia, reunido con Arturo Sabroso Montoya, el periodista director de La Idea Libre Glicerio Tassara, Delfín Lévano, Manuel Caracciolo Lévano, etc.
El año 1907, ya involucrado con el movimiento anarquista peruano, dicta conferencias en el “Centro Socialista 1 de Mayo”. En 1907 existía en Lima el “Centro de Estudios Sociales Humanidad”, muy concurrido por los tejedores de Vitarte, el cual se fusiona en 1908 con el “Centro Socialista 1 de Mayo”, dando origen al “Centro de Estudios Sociales 1° de Mayo”. A continuación una cita de Rolando Pereda Torres sobre el mencionado centro.

Otro grupo anarquista con ascendencia en los trabajadores de Lima y Vitarte, fue el “Centro Socialista 1ero de mayo” fundado por Manuel y Delfín Lévano, Romilio Quesada y Luis Felipe Grillo, quienes difundieron el 1° de mayo como la fecha magna del proletariado mundial. Este grupo en la celebración de 1908, desfiló por las calles de Lima enarbolando por primera vez la bandera roja, también fueron sus animadores, Miguel Viteri, Roberto Onfante, Luis Olea, José Herrera y los conocidos intelectuales Carlos del Barzo y Christiam Dam. [3]



Manuel González Prada


Junto a otros intelectuales de fines del siglo XIX trajo al país, las primeras ideas radicales, entre ellos podemos mencionar a Germán Leguía y Martínez, Abelardo Gamarra (El Tunanate), Carlos Rey de Castro, Alberto Quimper. Citamos a Joël Delhom al respecto de Prada:

[…] empezó a ser conocido como poeta, escribiendo versos en los primeros números de El Correo del Perú, el principal semanario literario de la época. A partir de 1885, después de la Guerra del Pacífico, publicó artículos y conferencias sobre la actualidad política o literaria, especialmente en La Revista Social, vocero liberal y anticlerical del Círculo Literario, del que Prada fue nombrado presidente en 1887. En La Luz Eléctrica se dio a conocer su «Discurso en el Politeama» y tal vez el famoso ensayo «Propaganda i ataque» en 1888. A fines de la década, escribió en La Integridad, que pasó a ser el órgano del partido Unión Nacional, fundado por Prada en 1891. La primera versión del ensayo «Libertad d’escribir», salió en este semanario en 1889, así como el «Discurso en el Teatro Olimpo».[4]

Luego de su famosa intervención en La Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú”, Prada quitó el snob barniz  ácrata del cual se revestían algunos intelectuales y dejó al desnudo la verdadera misión de los pensadores anarquistas, es decir les otorgó una “razón social”. Ya en un discurso pronunciado en 1898 en el seno de la Unión Nacional, había presentado a los obreros y campesinos como la parte sana del país; razón por la cual, a partir de 1902, estrechó sus relaciones con ellos y abandonó su partido. De dicha unión con los obreros se dará el paso del anarquismo al anarcosindicalismo. Nos dice Luis Tejada:

A partir de entonces, los intelectuales de vanguardia al lado de algunos panaderos, textiles y tipógrafos, se comprometían a propagar su ideología y práctica docente, en una sociedad donde los subordinados, casi en su generalidad, no tenían “acceso a la cultura.[5]



José B. Ugarte



Abogado y músico peruano, autor de reconocidas obras musicales, director de la Orquesta del “Centro Musical Obrero”, enseñó a los obreros canciones como: “Marsellesa Revolucionaria”, “Hijos del pueblo”, “El Himno del trabajo” de Felipe Turatti, “Himno Primero de Mayo”.


Manuel Caracciolo Lévano


Panadero nacido en Lurín en 1830. Fue uno de los más destacados miembros del movimiento anarcosindicalista. Fue un destacado orador y conferencista. En la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú”,  compartió el podio con Manuel González Prada el 1º de mayo de 1905, donde leyó su discurso “Qué son los gremios obreros en el Perú y lo que deberían ser”.

Cuánto esfuerzo, cuánto sacrificio nos costó el conquistar la jornada de ocho horas. Sin embargo algunos patronos (sic) abusando de la mansedumbre de algunos compañeros, violan ese horario haciendo trabajar a sus operarios dos o tres horas de sobre tiempo. Verdad es que se paga ese sobre tiempo; pero con esa especulación de los patrones se quita trabajo a otros compañeros que podían hacerlo en las horas del día. Además, los que trabajan el horario reglamentario dan muestra de su inconsciencia, de su cobardía y de su afán de esclavizarse en el taller a beneficio del patrono. Y lo peor de eso es que son los maestros, son los buenos operarios los que se someten y apoyan las especulaciones del patrono. ¿Hasta cuándo? [6]

En 1910 publicó “Organización Obrera”. Fue miembro fundador del “Centro de Estudios Sociales 1 de Mayo”. Colaboró en El Oprimido, órgano creado por dicho centro. Escribió además poesía bajo el pseudónimo de M. Chumpitás, Comnavelich, L.E.CH.  Falleció en 1936.

A continuación transcribimos un poema suyo aparecido en La Protesta:


Los Esclavos

Somos por doquier esclavos
que luchamos por comer;
cuando nuestros crueles amos,
comen tanto a tutiplé
que engordan como marranos.

Somos los productores
de riquezas y artefactos,
pero nuestros explotadores
se los apropian ipso facto
y los derrochan. Sí señores.

Defendemos con nuestra vida
Su Dios, su Patria y Libertad;
y, en premio, la autoridad
nos encarcela y nos fusila
en defensa de la propiedad.

Somos los descamisados
sin derechos, sin razón
sí, es nuestra obligación
sostener a los potentados
y el poder de la nación.

Vendrá el día camarada,
que tanta desigualdad
termine y en barricadas
conquistemos, las anheladas,
Tierra, Justicia y Libertad.[7]


Delfín Lévano


Nació en 1885, fue hijo de Manuel Caracciolo Lévano. Encabezó en el año 1911 el grupo “Luchadores por la Verdad”. La figura de Delfín Lévano brilló en las etapas germinales de organización del anarcosindicalismo peruano. Fue el director del grupo que ponía en circulación La Protesta, motivo por el cual conoció de cárceles y destierros. Era el nexo entre los grupos anarquistas de Lima y Vitarte. Al igual que su padre publicó poesía con  pseudónimos como Lirio del Monte o Amador Gómez, a veces, aseguran, no firmaba sus publicaciones.

Ángel Origgi Galli

Fue de profesión joyero, miembro del Centro Juvenil Dramático, colaboró en distintas publicaciones ácratas como Los Parias, y La Protesta, de la cual dicen era uno de sus financistas, para lo cual utilizaba el método de pedir cuotas a círculos de profesionales, amigos, y gente opositora al gobierno. 


Luis Felipe Grillo

Obrero de la fábrica Textil de Vitarte, fue uno de los mayores difusores del pensamiento anarquista en dicho pueblo, donde participó en la organización de huelgas, intentonas y actos de carácter cultural e instructivo.


Nicolás Gutarra

Fue Secretario General de la Federación Regional Obrera del Perú (FORP) en 1915. De profesión ebanista. Dicen sus biógrafos que fue sin lugar a dudas el más eximio orador que haya producido la clase obrera. Tuvo destacada participación en el Comité Pro-Paro general de las 8 horas, colaboró con el mismo objetivo con los huelguistas de Chancay. Fue Secretario del Comité Pro Abaratamiento de Subsistencias.



Adalberto Fonken


Personaje histórico del anarquismo peruano, nacido en Trujillo. Fue descendiente de los coolíes que llegaron a laborar en las haciendas del Norte. Emigró a Lima atraído por la oferta laboral y empezó a trabajar en la Fábrica Textil de Vitarte. Fue Presidente de la Unificación Obrera Textil de Vitarte en 1915. Fue además impulsor del periódico El Obrero Organizado. Fue uno de los fundadores de la Federación de Tejidos del Perú y participó en la Universidad Popular de Vitarte.


Grupo anarquista trujillano (1905), de izquierda a derecha: Altamirano, Llaque, Lombardozzi, Moreno, Reynaga, Caramutti, Chong, Basauri. (Fuente: Historia Gráfica del aprismo, fascículo 1, p. 8)

HAYA DE LA TORRE Y EL ANARQUISMO

Yo les tengo una admiración…
casi como si fueran santos, santos civiles.                     
Víctor Raúl Haya de la Torre

La explotación, generada por las grandes empresas procesadoras de caña de azúcar, tales como la Zucker Plantagen (Alemana) y la Cartavio Sugar Co. (Grace), generó el caldo de cultivo adecuado para la rápida difusión de la prédica anarquista en los valles de Chicama y Santa Clara en el norte del país, que canalizó el descontento no solo de los “braceros”, sino de los ahora afectados pequeños y medianos propietarios.

Entre los primeros “profetas” del anarquismo en esa zona cabe destacar al chileno Lambardozzi, quien entró en contacto con Julio Reynaga; reconocido mulato norteño, dirigente anarquista en las haciendas azucareras, y que colaboraba en la dirección de La Antorcha (1903), El Jornalero (1907) y del “Centro de Estudios Sociales Luz e Hijos del Pueblo”. Ellos junto con Altamirano, Llaque, Caramutti, Meza Velez, Machado, mantenían continua relación epistolar con González Prada desde 1905.

En una famosa entrevista de seis horas, desarrollada en Villa Mercedes (Vitarte) con César Hildebrandt y César Lévano, publicada en la revista Caretas (1971), Haya rememoró la figura de Julio Reynaga:
En Trujillo hubo un foco anarcosindicalista, que lo encabezaba un negrito que se llamó Julio Reynaga. Era una especie de Diógenes callejero, que predicaba en cada esquina su anarquismo puro. El nombre de Julio Reynaga es el de un colegio hoy día dedicado a los jóvenes obreros. Este hombre tenía mucha acción proselitista. Pero había un grupo de sinceros anarquistas. Porque el movimiento anarcosindicalista ha sido uno de los movimientos más puros, más limpios, más auténticos, que haya existido en el Perú. Estaban bajo la égida de González Prada[8].

En un pasaje de la entrevista, se le preguntó a Haya su opinión directa sobre Reynaga, si tenía contactos con los braceros, si organizaba grupos, a lo que responde:
Evidentemente, Julio Reynaga era un anarquista puro, casi insociable. Pero al mismo tiempo era un tipo a lo Bakunin. No era un tipo Kropotkiniano, de crear grupos de comunismo anárquico […] Entonces Julio Reynaga, cuando se iniciaron las grandes huelgas de 1912, cayó preso, porque, claro, voceaba la rebeldía. Yo me acuerdo de una fotografía  en que está él tendido en el suelo entre los presos de la cárcel. Ya nosotros, fíjese usted, a los diecisiete años, les llevábamos comida, furtivamente a los presos políticos […][9].

Haya de La Torre conoció a Antenor Orrego en 1910, este lo inició en la lectura de autores tales como Koprotkin, Malatesta, y por supuesto González Prada. Cerca de la casa de Haya de la Torre, se encontraba la “Liga de Obreros y Artesanos del Perú”, a la cual asistía con profundo interés.
Había en Trujillo una biblioteca obrera que izaba todos los años, el 1º de mayo (pascua roja anarquista), una bandera roja. Ahí me escapaba por las noches y escuchaba la charla de los obreros. Recuerdo fijamente la lucha interior que aquellas conversaciones fuertes y libres me producían a mí, alumno de un seminario[10].

En esta biblioteca obrera, cuyo bibliotecario era Teodocio Moreno, Haya tuvo una aproximación a la obra de escritores como Francisco Loayza, quien dirigía el periódico anarquista y anticlerical Fray K´ bezón; Pérez Treviño, que publicaba La Razón, y cuya biblioteca estuvo siempre abierta a los trabajadores anarquistas y estudiantes universitarios. Haya tuvo acceso en estos lugares a La Protesta de Lima y de Buenos Aires.

ENCUENTRO ENTRE HAYA DE LA TORRE Y MANUEL GONZÁLEZ PRADA

Acerca de este acontecimiento, recogemos el testimonio del propio Haya de la Torre:

Conocí a González Prada diez días después de mi primer arribo a Lima en 1917.  Nunca había leído nada de él en nuestros grandes diarios. Nunca había visto su retrato en las carreras; nunca había oído algo de él[11]

Así el joven estudiante, con una carta de presentación y un libro de su amigo y pariente, José Félix de la Puente y Ganoza[12], se dirigió a la Biblioteca Nacional el 26 de abril de 1917. Allí pudo al fin entablar contacto personal con el viejo maestro. Esta presentación sería el marco de otro hecho trascendental, Haya le mostró a González Prada los versos de César Vallejo.
A pesar de la natural timidez en el trato con el maestro, y que el mismo Haya confesó, debemos comprender esta como algo propio de la edad, y no como afirman algunos escritores: ver en la misma un demérito, caso Pedro Planas, que aseguró que Haya deseaba conocer a “prominentes personajes del civilismo”, solo por el hecho de ser “civilistas”, pero la aseveración de Planas cae en la falsedad de su propia inconsistencia: Ese era el estudiante provinciano que a poco de llegar a Lima, conoció a González Prada[13].

Pues tales afirmaciones cargadas de otras intencionalidades, se derrumban al contrastarlas con citas del libro Testimonios y Mensajes de Haya de la Torre, y que Planas utilizó descontextualizándolas para objetivos de marcado sesgo.

Haya realizó unas cuantas visitas a Prada, hasta su fallecimiento en julio de 1918. Según Rolando Pereda en su tesis Haya de la Torre y el Movimiento Obrero, de estos momentos datarían  sus relaciones con líderes obreros, y citando el mismo autor a  Luis Alberto Sánchez, menciona a:

Fausto Posada, carpintero, lector incansable, más tarde confidente de Mariátegui; Arturo Sabroso, Juan Guerrero Quimper; Fausto Nalvarte, N. Calderón, Delfín Lévano, textiles, Guillermo Conde, campesino; Salomón Ponce, Isaías Molero, Miguel Gárate, tranviarios; Samuel Vásquez, chofer; Samuel Ríos, carpintero; Adalberto Fonkén, Otazú Fajardo, etc. Todos ellos del Comité Obrero de Lima.[14]

Cabe destacar la figura Fausto Posada, quien como nos mencionó, en entrevistas para el presente libro, Armando Villanueva Del Campo:

Tuvo profundos vínculos con Mariátegui y posteriormente con Haya de La Torre. Cuando Mariátegui regresó de Europa, Fausto Posada fue la única persona que lo recibió porque Mariátegui se había echado la sombra negra de haber sido “vocero de la Patria Nueva”[15].

A pesar del poco tiempo que duró su trato personal, es innegable el respeto y la influencia ejercida por Manuel González Prada en el joven Haya, quien años después bautizaría a las Universidades Populares con su nombre. Dice Luis Alberto Sánchez, sobre el pensamiento gonzalespradiano:

Por su constante rechazo al predominio de una sola clase, para evitar su dictadura, y por su homologación del trabajo intelectual con el manual, sería necio negar la vinculación del pensamiento de Prada y las páginas de El Antimperialismo y el APRA de Haya de la Torre[16].

 ANARCOSINDICALISMO OBRERO – TEXTIL

Los obreros hicieron suyas las ideas de los pensadores anarquistas, antes mencionados, es en este momento que el anarcosindicalismo entró en una etapa fecunda, en el plano de la difusión ideológica y de las luchas reivindicativas. El obrero “entendió” su posición y relación frente a los amos, a los eternos dueños del país. Entonces el paradigma se resquebrajó, la supuesta superioridad monolítica e impenetrable de aquellas elites.
El anarquismo en el Perú, enfrentó en una primera etapa al mutualismo entreguista y “amarillo”.  Haya de La Torre utilizó palabras más duras para referirse a este y recalcó la entereza moral de los obreros anarcosindicalistas, quienes generaron  una enorme cantidad de literatura, libros, cancioneros, periódicos, revistas, lo que los mantenía al tanto de las nuevas ideas que remecían Europa. Y fue Vitarte el corazón palpitante de este nuevo visionar la sociedad y el papel que les tocaba cumplir en ella.

ACCIONES DE LOS LÍDERES ANARQUISTAS

A)   La Federación de Trabadores de Tejidos del Perú (FTTP)
Haya de La Torre tuvo una participación protagónica en la creación de esta federación, a continuación una cita de Arturo Sabroso sobre dicho acontecimiento:
Mostrando su calidad de precursor realista, la misma tarde de triunfo de la jornada, nos llamó a los textiles para decirnos: ¿Ustedes se creen compañeros textiles que por haberse dado el decreto, se va a cumplir debidamente? Es imperioso crear una fuerza centinela, que vigile su cumplimiento. Y nadie mejor que Uds. Iniciadores del movimiento[17].
Estas palabras de Sabroso permiten apreciar tanto su visión realista como la voluntad de acción presentes desde muy temprana edad en Haya. Así el día 16 a las 12 a.m., con la participación de delegados de distintos sindicatos, se creó La Federación de Trabadores de Tejidos del Perú y a iniciativa de Felipe D´ Estefano, y dada la demanda general, Haya aceptó presidir la creación de la (FTTP):
En Lima, a los dieciséis días del mes de enero de 1919 los suscritos delegados de las fábricas de tejidos de lana y algodón como Vitarte, El Inca, Santa catalina, El Progreso, La Victoria, San Jacinto, La Unión y El Pacífico, reunidos bajo la presidencia interina del delegado universitario, señor Víctor Raúl Haya de La Torre, acordaron:
1-    La formación de La Federación de Trabadores de Tejidos del Perú, que tienda a vincular a todo el elemento trabajador de las fábricas de la industria textil, y
2-    Realizar a favor de esta nueva institución la más activa propaganda a fin de constituirla en un verdadero centro de unificación proletaria. (Firmaron).
Víctor Raúl Haya de La Torre
Por El Inca Felipe D´ Estefano, César Fonkén y  M. Jesús Neyra.
Por Vitarte Ricardo Ramos C, Alfredo Nalvarte y G Garcés.                                        
Por Santa Catalina Hermelindo Sánchez, Arturo sabroso y Virgilio Bruzonnio.          
Por El Progreso Juan Cabanillas, Luis Marengo y Oscar Mansilla.                                       
Por  San Jacinto Noé Salcedo, Fortunato Campos e Hipólito Rosas.                         
Por El Pacífico Ortogio Flores y Alejandro Almonte.                                                               
Por La Victoria Alejandro Cueva, Javier Bello e Ismael Soberón.                                              
Por La Unión Luis Córdova, Augusto Sobrino y Andréz Meza.[18]                                                                               

Actuó como secretario: H. Porras.

b) El Comité Pro Abaratamiento de Subsistencias

Conseguidas las 8 horas de trabajo en el Perú (tema que analizaremos más adelante), y ante la inminente fractura del gobierno, producida por el empuje de los nuevos actores sociales que actuaban como fuerzas de presión, el siguiente problema a enfrentar fue el desmedido aumento en el costo de vida, ante un Presidente más preocupado por las elecciones que se avecinaban.
Frente a esta situación, el 13 de abril de 1919 en el local de La Sociedad 33 Amigos, ubicado en la calle Sandia y liderado por la recientemente creada Federación de Trabadores de Tejidos del Perú, se acordó crear un comité Pro Abaratamiento de Subsistencias.
El Comité estuvo conformado por delegados de cada una de las organizaciones presentes, entre estas podemos hallar a las siguientes:

– Federación de Tejedores                                                                                                         
– Federación de Albañiles                                                                                                           
– Federación de Panaderos                                                                                                        
– Federación de Tripulantes Unificaciones Textiles de Vitarte, El Progreso, San Jacinto, y La   Unión       Liberal de Empleados                                                                                                                                                                                                                                                                 
– Gremio de Fideeros y Molineros                                                                                            
– Factoría Vulcano                                                                                                                        
– Factoría El Águila                                                                                                                           
– Centro de estudios Sociales de Barranco                                                                                               
– Centro de estudios Sociales González Prada.[19]

Fue nombrado secretario general Carlos Barba, que contaba con la ayuda impulsora de Nicolás Gutarra y Adalberto Fonkén. La participación anarquista es evidente en la gesta y desarrollo del comité.

Juan Hijar, primer distribuidor de La Protesta en Vitarte.


El 27 de abril de 1919 mediante un memorial dirigido al presidente Pardo el Comité Pro Abaratamiento de Subsistencias inició su accionar. El Comité convocó asambleas en locales de diferentes gremios, con el objetivo de atraer la atención de los pobladores. Según Julio Portocarrero, surgió la iniciativa de crear Comités del Vecindario a fin de pedir rebajas sobre el precio de los alquileres. Nótese el modelo organizativo y de agrupación netamente anarquista, en donde cada gremio escogía democráticamente a sus delegados.

El gobierno, ante la envergadura que tomaba el Comité, decidió tomar medidas represivas. Como respuesta el Comité acordó que ante el apresamiento de la directiva se iría al paro general. Tras el paréntesis electoral, el Comité reanudó sus funciones. El 22 de mayo en el local de la FEP bajo la presidencia de Nicolás Gutarra se realizó una convención de mujeres, afectadas directas por el aumento en el precio de las subsistencias. Entre ellas podemos destacar a: Evangelina Antay, Dora Mayer, Elisa Penechina, Teresa Tepiciona, etc. El gobierno actuó con brutalidad contra las compañeras del Comité en una manifestación realizada en Lima.
El 27 de mayo la policía detuvo en plena sesión a Gutara y Barba, posteriormente a Fonkén, las cartas estaban jugadas, el paro general era inminente.

VITARTE CONTINÚA EN PIE DE GUERRA

 En lo referente a las luchas reivindicativas realizadas en Vitarte, es de sumo valor el testimonio de Julio Portocarrero, a quien citamos a continuación:

Inmediatamente después de la lucha por el abaratamiento de las subsistencias, vino la lucha por la rebaja de los pasajes del ferrocarril. Conseguimos que los pasajes fueran nuevamente reducidos a su valor anterior con una ventaja para los trabajadores de Vitarte, quienes logramos obtener el pasaje obrero de treinta centavos de ida y vuelta[20].

El beneficio obtenido fue logrado solo para segunda clase. Observamos que la elite obrera de Vitarte entendió que los problemas no estaban disociados y que las soluciones reales se conseguían con la unión de todos los sujetos afectados. La solidaridad se hizo tangible en la titánica labor de recolectar firmas en las haciendas. A pesar del éxito en la recolección, la empresa ignoró el pedido y mantuvo el alza del pasaje. Esto obligó a los obreros de Vitarte a tomar otras medidas, como abordar mediante estratagemas el tren hacia Lima sin pagar el importe del boleto, el cual continuaba afectado por el alza. La empresa reaccionó y colocó gendarmes en el tren, los obreros desviaron agua hacia las vías férreas. Para zanjar la disputa fue enviado, desde Lima, el comisario Montes de Oca con un fuerte contingente policial que apresó a casi todos los obreros de Vitarte.
Capturados Nalvarte y Casabona, se designaron comisiones para paralizar las haciendas Coropongo, Santa Clara, etc. Las mujeres jugaron un papel decisivo, Esther del Solar, Trinidad, Agustina, Catalina García, fueron a Lima donde se reunieron con Julio Portocarrero en la fábrica textil El Inca y acordaron que cada uno vaya a solicitar apoyo a los distintos sindicatos textiles de las fábricas: Victoria, La Unión, Santa Catalina, San Jacinto, El Progreso, El Pacífico.
En la fábrica El Inca, Julio Portocarrero habló con Felipe D´ Estefano quien logró paralizar dicha fábrica. En Vitarte el mismo objetivo fue conseguido en las haciendas, lo cual forzó la intervención del prefecto, llegándose a un acuerdo con la empresa del ferrocarril.

AUGE Y DECADENCIA DEL ANARQUISMO EN EL MOVIMIENTO OBRERO

I CONGRESO OBRERO LOCAL
Antecedentes

A continuación citamos el trabajo de Rolando Pereda referido a la presencia anarquista en el movimiento obrero antes de la realización del primer Congreso Obrero:

La segunda década del presente siglo encontró a la dirigencia anarcosindicalista en posesión de los principales gremios de la ciudad de Lima y del resto del país, este hecho posibilitó la formación inmediata de la primera central anarquista representativa denominada FORP “Federación Obrero Regional Peruana” [...] Factor importante que incidió en la formación de la aludida organización fue la conversión de las asociaciones representativas de los trabajadores textiles de Vitarte y Santa Catalina, en verdaderas organizaciones sindicales al fundarse la “Unificación Obrera Textil Vitarte” el 26 de mayo de 1911 y la “Unificación Proletaria Textil Santa Catalina” el 11 de noviembre del mismo año, ambas representativas del nuevo proletariado industrial, y núcleos de formación y acción anarco-sindicalismo en el Perú. [21]

Las sesiones se iniciaron desde el 25 de abril y continuaron hasta el 8 de mayo. El órgano convocante fue la Federación Obrera Regional (FORP).  

Delfín Lévano fue elegido secretario general, los anarquistas mantuvieron su hegemonía en el movimiento obrero y continuaron con sus propuestas de carácter radical, entre ellas la del abstencionismo político. Este congreso acordó crear la Federación Obrera Local de Lima (FOLL), la cual entraría en funciones el 9 de noviembre de 1922, así también otras federaciones locales provinciales cuyo objetivo sería fortalecer el movimiento en provincias y apoyar a los campesinos en su luchas reivindicativas para la obtención de la jornada efectiva de ochos horas laborales, que en muchos lugares no se había hecho efectiva.

II CONGRESO OBRERO LOCAL
La instalación del Congreso fue realizada el 1 de enero de 1927, en el local del Sindicato Textil de Santa Catalina. Contó con la participación de 65 delegados en representación de 27 gremios. Significaría el inicio del fin de la influencia anarquista en el Movimiento Obrero Peruano. A pesar de la defensa cerrada de la posición apolítica que debía mantener el movimiento y que era esgrimida desde La Protesta, los anarquistas empiezan a perder espacio frente a las nuevas ideologías como el Aprismo y el socialismo. Ya desde 1925 se perfilaba este declive de la hegemonía anarquista en la Federación Obrera Textil de Vitarte.


En el temario de IV puntos, aprobado por mayoría, encontramos que en el punto II que los obreros buscaron:

III
12. Manera de ampliar la difusión de SOLIDARIDAD.
13. Forma de intensificar la acción cultural de las Universidades Populares González Prada.
14. Aporte económico del proletariado a las Bibliotecas Obreras y control sobre el funcionamiento de éstas.
15. Administración en la central de las instituciones de carácter regionalista y deportivas. [22]

La Junta Directiva del II Congreso quedó constituida de la siguiente manera, según el estudio de Ricardo Temoche Benítez:

[…] fueron elegidos: Arturo Sabroso (textil), Secretario General; Wenceslao Minaya (portuario) y Alejandro Bravo de Rueda (tranviario), Pro secretarios; N. Leyva y Manuel Zerpa, Secretarios de Actas; Víctor Ortega, Tesorero; Ponce, Contador. Los delegados asistentes se distribuyeron en las Comisiones Indígenas y Agrarias, Organización Obrera, Extensión Cultural, Archivo y Redacción. [23]

Dada la importancia del evento, José Carlos Mariátegui envió un mensaje de saludo desde la revista Amauta. Las sesiones se prolongaron varios meses, hasta que el 8 de junio de 1927 Fernández Oliva, jefe de investigaciones, allanó el local de la imprenta obrera Claridad. Veinticuatro personas presentes fueron detenidas y enviadas al frontón, entre ellos muchos delegados del Congreso.

Los medios de la época se encargaron de avalar y propalar el falaz montaje llamado “complot comunista”, que en realidad solo era la consecución de un accionar mundial y conjunto de las fuerzas de derecha contra el peligro “supuesto”, tras el Congreso Antiimperialista de Bruselas en febrero de 1927. Este “complot”,  involucró a José Carlos Mariátegui, Magda Portal y Blanca Luz Parra del Riego. La Federación de Tejidos y la FOLL fueron declaradas ilegales. Mariátegui fue recluido en el Hospital San Bartolomé. Arturo Sabroso, Luis F. Barrientos, José Núñez, entre otros importantes dirigentes obreros fueron deportados.

Al respecto Mariátegui escribió:

La batida policial ha estado exclusivamente dirigida contra la organización obrera, contra la campaña anti-imperialista, contra el movimiento del A.P.R.A. y contra la revista “Amauta”, cada día más propagan[dizada] en el Perú. Se denuncia al A.P.R.A. como una organización comunista, aunque se sabe bien que es una organización anti-imperialista latinoamericana, cuyo programa se condensa en estos tres puntos: “Contra el imperialismo yanki, por la unidad política de América Latina, para la realización de la justicia social.[24]

Encontrándose en el Hospital San Bartolomé, Mariátegui realizó otro importante deslinde:

Desmiento terminantemente mi supuesta conexión con la central comunista de Rusia o cualquiera otra de Europa o América; y afirmo que no existe documento auténtico alguno que pruebe tal conexión. (Recordaré a propósito que cuando se dio cuenta de los resultados de la oficina rusa de Londres, se anunció que no se había encontrado, entre las direcciones o datos correspondientes a América, ninguno relativo al Perú)[25]

Así desde la más alta cúspide: la lucha por las 8 horas de trabajo, llegamos al epílogo del anarquismo como factor preponderante en el movimiento obrero. Casi en su totalidad los anarquistas y los obreros fueron subsumidos por el aprismo, la única alternativa política viable en ese momento y en menor medida por el comunismo.

Francisco León




[1] En ella se englobaba a estudiantes, pequeños comerciantes, industriales, artesanos, campesinos, etc., es decir, todos los afectados por la opresión de la “gran burguesía”.
[2] BAKUNIN Mihail, Escritos de filosofía política I. Crítica de la sociedad. Alianza editorial. Madrid, 1978. P. 32.
[3] PEREDA Torres Rolando, Historia de las luchas sociales del movimiento obrero en el Perú republicano 1858-1917. Lima. 1982, pp. 116-117.
[4] DELHOM Joël, Manuel González Prada y la prensa del Perú. Publicado en: Prensa, impresos, lectura en el mundo hispánico contemporáneo. Homenaje a Jean-François Botrel, Jean-Michel Desvois (ed.), Pessac, PILAR-Presses Universitaires de Bordeaux, 2005, pp. 363-374.
[5] TEJADA Luis, La influencia anarquista en el APRA, Socialismo y Participación, Nº 29, 1985, pp. 97,98.
[6] La Voz del Panadero, Año I, No 8, Agosto 1921.

[7] La Protesta VII-70, Lima. Segunda quincena de octubre de 1918. P.1.

[8] Revista Caretas, Nª 431Y Nª 432, MARZO DE 1971  (Primera y Segunda parte)
[9] Ídem.
[10] HAYA DE LA TORRE Víctor Raúl, Testimonios y Mensajes. P. 219. (Obras Completas Tomo I)
[11] HAYA DE LA TORRE Víctor Raúl, Testimonios y Mensajes. P. 220. (Obras Completas)
[12] Cuñado de Víctor Raúl y novelista miembro del grupo formado por Bustamante y Balliván, grupo anterior a Colónida, quien era además íntimo de José María Eguren.
[13] PLANAS SILVA Pedro, Mito y Realidad (Orígenes del APRA) P. 14.
[14] SÁNCHEZ Luis Alberto, Haya de la Torre y el APRA. P. 49, en Rolando Pereda. P. 339.
[15] Entrevista realizada en su domicilio al c. Armando Villanueva para el presente trabajo.
[16] SÁNCHEZ Luis Alberto, Nuestra vida son los ríos Historia y leyenda de los González Prada, op. cit. P. 411.
[17] SABROSO Montoya Arturo, Apuntes para la historia obrera del Perú. Datos solicitados a S. Stein, en Rolando Pereda, Haya de la Torre y el movimiento obrero. P. 346.
[18] FLORES, Demetrio, Medio siglo de vida sindical en Vitarte, 26 de mayo de 1961, p. 49.
[19] BASOMBRIO Carlos, Historia Gráfica del movimiento obrero Nª1. P. 52.
[20] PORTOCARRERO Julio, Sindicalismo peruano. Primera etapa, 1911-1930, Lima. P. 75.
[21] PEREDA Torres Rolando, Historia de las luchas sociales del movimiento obrero en el Perú republicano 1858-1917. Lima. 1982. P. 143.
[22] TEMOCHE Benites Ricardo, Cofradías, gremios, mutuales y sindicatos en el Perú. Lima, 1987. P. 200.
[23] Ibídem, p. 201.
[24] MARIÁTEGUI, José Carlos, carta a La Correspondencia Sudamericana, Lima [junio de 1927], en Correspondencia Tomo I, p. 294, en Mariátegui y la revista Amauta en 1927: redes, accidentes y deslindes, Ricardo Melgar Bao. Investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
[25] MARIÁTEGUI, José Carlos, Carta a La Prensa, Hospital de San Bartolomé, Lima, 10 de junio de 1927, en Correspondencia Tomo I. P. 289.