JUST WHAT I NEEDED.
Algunos apuntes sociológicos sobre el rock de los 80
The noise electric
Never stops
Ric Ocasek
Intro
Una cultura de masas moldeada por la globalización tiene como idioma
oficial el inglés, aunque en Perú esto es patente desde mucho antes de que se
popularizara el término “globalización”. Como dice Baudrillard en La sociedad de consumo: “la americanidad es (…) la lógica misma de
la cultura contemporánea”. La International Petroleum Company, de la familia
Rockefeller, inició sus operaciones en Talara en 1915 y se mantuvo hasta fines
de los 60. Fue en Talara (y en otros lugares cercanos) que se estableció una
comunidad planificada a la manera del american
way of life, donde el inglés fue el idioma oficial y generaciones de
estadounidenses con sus familias fueron muy felices, pues no les faltó nada:
tuvieron colegio, barrio propio, club y playa privada. Tuvieron más privilegios
que la misma población local (aunque esto no debe sorprender a nadie). La globalización se inició entre nosotros
desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Se puede colegir que en la Talara de
la IPC y otros enclaves Sinatra y otros crooners fueron
muy populares antes (y, eventualmente, en mayor grado) que Chabuca Granda y Los
embajadores criollos.
Born in the USA
Fueron los 80 una década de grandes
cantantes y grupos de música popular en inglés. El estilo predominante,
comercialmente hablando, fue el pop.
Madonna, Phil Collins, Michael Jackson, Cindy Lauper, Bruce Springsteen, entre
otros, fueron los cantantes más exitosos de esa década que causaron un
verdadero furor y fueron elevados a la categoría de ídolos totémicos. Recuerdo
ahora a mi profesor César Germaná en primer año de Sociología en San Marcos,
recalcándonos que los gustos son predominantemente sociales. Aunque desde esa
década hasta ahora se han producido —y se vienen
produciendo— grandes cambios estructurales
alrededor del mundo del trabajo y de la economía, lo que señaló mi profesor
sigue siendo certero. Como lo dijo Daniell Bell en Las contradicciones culturales del capitalismo: “A medida que se
disuelve la estructura social tradicional de clases, es cada vez mayor el
número de individuos que desean ser identificados, no por su base ocupacional
(…), sino por sus gustos culturales y sus estilos de vida”. Por esos años, mis
amigos y yo —todos de clase media para arriba— estábamos pendientes de los grandes referentes (productos)
de la cultura popular norteamericana. Todos estudiábamos en colegios privados.
La música popular peruana casi no existía para nosotros. Irónicamente, mis tíos
maternos habían formado a mediados de los 80 un grupo de música
latinoamericana, que difundía música de protesta de grupos como Tiempo Nuevo (incluso
antiyanqui).
Margaret Thatcher, Ronald Reagan, el Papa Juan Pablo II, Felipe
González, entre otros líderes políticos mundiales, marcaron la realpolitik de la década del 80 señalando una ola
conservadora y neoliberal, sobre todo anticomunista, en la política global. En
Latinoamérica tuvieron, cómo no, sus epígonos. No olvidemos que eran los años
finales de la Guerra Fría. El Gendarme del Mundo era (y sigue siendo) EE. UU. En
los 80 los yanquis armaron a la Contra para derrocar a los sandinistas en
Nicaragua, invadieron Granada y Panamá, apoyaron logísticamente a regímenes
centroamericanos de ultraderecha, metieron sus narices en Afganistán, etc. Es
decir, estuvieron muy activos luchando a favor de la “libertad” y la
“democracia”, así como exportando juguetes bélicos como Rambo, que
inicia la saga en 1982. Como dice Henry Giroux en La escuela y la lucha por la ciudadanía: "En una época de chovinismo militante, con su alabanza de las imágenes del bien y el mal al estilo Rambo, junto con un total desprecio por el sufrimiento históricamente acumulado, el punto de vista conservador de la historia y el ensalzamiento de las viejas virtudes republicanas no parece ser otra cosa más que una apología del statu quo...".
Pop goes the World
La sociedad de consumo de aquellos años tenía en el pop a su himno de batalla. Música edulcorada y muy fácil de
consumir. Ciertamente, la virtuosidad del
rock progresivo de grupos como Yes, Pink Floyd, Genesis (con Peter Gabriel como
frontman), etc. ya había quedado
atrás. Señala Baudrillard en La sociedad
de consumo: “Si la sociedad de consumo está empantanada en su propia
mitología, si carece de una perspectiva crítica de sí misma y si allí estriba precisamente su definición,
en ella no puede haber arte contemporáneo que no sea transigente, cómplice, en
su existencia misma y su práctica, de esta evidencia opaca”. Michael Jackson y
Madonna son los bienes (y productos) culturales mejores logrados de una cultura
de masas autocomplaciente. Según Wikipedia, Thriller (1982) es el álbum más vendido de todos los
tiempos, con ventas estimadas en 65 millones de discos en todo el planeta.
El predominio de la música pop, sin embargo, no impidió que el rock en
Inglés también cosechara grandes éxitos en los charts locales. Grupos como Dire Straits, The Police, Toto, A-ha,
The Cars (grupo de new wave), Tears for
Fears, OMD, etc. también fueron muy sonados (algunos hasta el cansancio). El
rock en español empieza a difundirse con fuerza a partir de la segunda mitad de
los 80. Grupos como GIT, Virus, Soda Stereo, El Tri, Los Abuelos de la Nada,
etc. marcaron a mi generación.
Everybody wants to rule the World
En un contexto señalado por Bell en 1987, de maduración de la
“tercera revolución tecnológica”, la música popular de los 80 —sobre todo el rock— tiene una gran influencia en las nuevas generaciones de músicos y consumidores. Sirva el presente texto como un homenaje a la
música popular en inglés de los 80, además como un ajuste de cuentas, en forma
positiva, con un pasado clasemediero afortunado gracias a mis padres. Uno no
elige su propia niñez. Y la cultura popular norteamericana tiene representantes
extraordinarios en el cine y en la música a lo largo de toda la década del 80.
Jaime Gamarra Zapata
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