viernes, 7 de julio de 2023

Perú: minería y su impacto en el medio ambiente

 

Entrevista a Roger Mario Chirapo

“En este siglo XXI no se puede seguir avanzando con un tajo abierto, con un socavón”

 


Conversamos con Roger Mario Chirapo, dirigente y vocero del valle de Tambo, sobre los problemas acuciantes que enfrenta la minería formal en nuestro país. Como lo han notado investigadores serios como José Lapa Romero, el rechazo de la población del área de influencia al proyecto minero Tía María se debe, fundamentalmente, a factores económicos y ambientales. Esto tiene que ver con la dinámica social articulada con base en la agricultura intensiva, de alta productividad, en un área de más de 12 000 hectáreas. La estructura social de la zona de influencia está conformada, fundamentalmente, por medianos y pequeños propietarios agrícolas, arrendatarios y jornaleros. La población del valle del Tambo se movilizó en el 2015, básicamente, en defensa de la agricultura intensiva que les permitió salir de la pobreza y les permite notables niveles de acumulación.




1. ¿Considera que la actividad minera en nuestro país debe continuar como hasta ahora? ¿Por qué?


No considero que debe ser así porque estamos desfasados en la actualización. Tiene que ser una minería moderna como lo hay en Chile, una minería moderna, como lo hay en Europa, que ya no se utiliza tajo abierto ni se utiliza tampoco socavón y hay otros tipos de cómo sacar el mineral. Muy cerca de nosotros, Chile, y la forma de adecuarnos de que también el Estado sea el ganador; no solamente la empresa que tenga rentabilidad.


2. Desde su experiencia, ¿por qué se ha producido una permanente conflictividad social en el corredor minero del Sur?


En el Sur ¿por qué sucede? Porque el Estado ha sido quien ha olvidado a esas comunidades o esas regiones, a esos distritos. Una, esa es una de las responsabilidades que puede ser el 40 %: el tema de responsabilidad del Estado, pero en el tema de responsabilidad y la forma de manejo, que es ya el 80 %, 60 %; es lo que no ha podido hacer es la minería, la empresa. ¿Por qué te digo eso? Porque una empresa no puede ser, pues, por tener esa concesión, o por sacar ese oro, o ese mineral, solamente tienes que decir al comunero: “Oye, toma un 4 por 4, una camioneta, toma dinero; te compro el terreno, chau y vete”. Entonces, a muchas comunidades las empresas han comprado con el dinero y eso no debió ser así. En eso descontamos de que a ellos no les interesaba nada el medio ambiente. Entonces, si ellos no se modernizan, la población sí se moderniza, la tecnología avanza y tú, mediante la tecnología, las redes de comunicación, sabes qué empresa es, una empresa x, tal, sabes de dónde viene, si viene de Europa, de Estados Unidos, de China ¿de qué parte viene? Y al conocer, comienzas a averiguar que sí ha hecho daño en otro lugar, que sí la empresa contamina el agua. No te digo que todas las empresas. Y eso a veces han ignorado las empresas privadas, al decir: “Ah no, el paisano o este no saben”; pero los hijos sí son profesionales. Lamentablemente, la empresa siempre ha hecho eso, desde años: comprar con el dinero a las comunidades. Y ya no debe ser así.

 

3.  Desde su experiencia, ¿cómo se puede evitar la vulneración de derechos de la población comprometida de la zona de influencia del proyecto minero en un contexto de grave conflictividad social (por ejemplo, Tía María)?

Uno, una responsabilidad sería del Estado, que tiene oficinas de conflictos sociales, tiene personas, las cuales hay veces ellos informan cómo está, pero al Estado le va y le viene. Ese es uno de los problemas y el otro es que la empresa, la tecnología ha avanzado y ellos siguen con una tecnología retrasada y las formas de sociabilización ellos también se han olvidado. Y la forma de sociabilización sería del EIA. ¿Cómo evito esos conflictos? ¿Cómo evito en tema de derechos humanos? No atropellar a las personas, no atropellar a los alcaldes. No porque yo tenga el dinero de todo el mundo puedo comprar a un alcalde, pueda a un teniente gobernador, subprefecto, periodistas, puedo comprar dirigentes a favor mío. Puedes hacer todo, pero la población cuando sale a las marchas, ahí la empresa se está equivocando en formar y comprar, que todo va a ser tranquilo y ahí comienza la vulneración de los derechos humanos. Para evitar eso tenía que hacer una sociabilización muy cerca de la población, no solamente preguntar a los dirigentes, no solamente preguntar a los alcaldes, no solamente preguntar a los periodistas.


4. ¿Cómo se puede evitar una escalada del conflicto y la posterior afectación de derechos humanos de la población comprometida de la zona de influencia del proyecto minero?

Primero, la empresa privada, la forma de evitar es que el EIA (el estudio de impacto ambiental) sea un mecanismo de mesa de trabajo, mesa de diálogo, que la empresa sea capaz de hacer un EIA conjuntamente con la población. No porque sea una comunidad, no porque sea un pueblo lejano del Perú, en un rincón del Perú, usted tiene un alcalde, un teniente gobernador o un subprefecto y se puede trabajar con él. Como empresa decirle: junta un equipo técnico, profesionales; tus hijos son profesionales; uno puede juntar a que ellos se capaciten. No la empresa que les capacite, sino el Estado. Dentro de eso va a haber un grupo de trabajo, entre los ingenieros de las empresas privadas o la empresa privada si quieres concesionar y del pueblo bien organizado por un equipo técnico. Hacer un estudio de impacto ambiental conjunto, donde no haya que decir: oye, tú como empresa y que siempre pasa, haces tu EIA a tu conveniencia. Entonces, hacer con la comunidad evita muchas cosas. Eso quiere decir que eres responsable para el medio ambiente. Si la comunidad dice: “Me vas a hacer ya no por lixiviación, sino biolixiviación, con bacterias” y eso evita la contaminación del agua. Quiero que me saques así; entonces, hacer un EIA conjunto con la población sería muy recomendable para las empresas, pero lamentablemente las empresas ahora no lo hacen. No lo hacen porque siguen pensando con una tecnología de antes y hacer con nuevas tecnologías no es rentable para ellos. Y hacer con nuevas tecnologías no es muy rentable para ellas. ¿Por qué? Porque ellos solamente quieren su rentabilidad de ellos y no quieren invertir más. Por ejemplo, una biolixiviación es muy cara. En este siglo XX, XXI no se puede seguir avanzando con un tajo abierto, con un socavón. Ahora no se puede hacer eso. Entonces, qué sería bonito que el Perú sea uno de los ejemplares a nivel de otros lugares que hace un EIA conjunto con la población, y se hace una responsabilidad del medio ambiente. El Estado cumple con los reglamentos que tiene la Ley de Minería. Entonces, ahí se cambiaría. Y eso ya he conversado con muchos que están a favor del proyecto Tía María.





5. ¿En qué medida el enfoque de derechos humanos, centrado en el respeto irrestricto de la dignidad intrínseca de la persona humana, puede ayudar a prevenir la escalada del conflicto social en proyectos como Tía María?

Bueno, eso es la responsabilidad del Estado, ya no de la empresa. ¿Por qué? Y aquí estamos, seguimos como Lima, seguimos divididos en dos clases: la clase A, alta; B, la media, la clase C. Hablamos de comunidades, dicen que ellos no tienen voz y voto. Alguna vez un periodista dijo para qué viven en las alturas y por qué no se bajan a la Costa. Ellos ya son ignorantes. Eso justamente ha pasado con el anterior presidente que hemos tenido. El racismo que siempre hemos vivido de la clase A y quizás también de la clase B. Quien dice eso hace conflicto. Ahora último con las muertes que hemos tenido. Aquí con 8 y 10 muertos. En otras regiones también hemos tenido. ¿Cómo evitar eso? Primero el Estado debe evitar que haya racismo. Que todos somos iguales. Y de eso también es culpable la prensa nacional, que siempre nos han menospreciado a las regiones. Por ejemplo, tú me dices Cocachacra es una comunidad y no es una comunidad. Yo siempre he dicho ¿por qué vamos a decir que es una comunidad Cocachacra? Aquí el valle de Tambo tiene rentabilidad económica, al año están con 23 millones de dólares con los cultivos agrícolas, ganadería, pesca y turismo. Y la mayoría de los pobladores tienen casa prefabricada, casas de cemento. Yo puedo llamar a una comunidad a un pueblo donde tenga su cultura, su etnia, como son los aymaras o los quechuas o los awajun. Esa es una comunidad. Digamos, tienen sus normas, tienen sus estatutos, respetan al presidente de la comunidad. La chacra no es el de que está ahí, sino la chacra es de la comunidad. Ahí sí puede decir comunidad. Pero aquí en el valle de Tambo, no puedes decir: “Ah, ellos son comuneros”. Entonces, ahí está habiendo racismo. Para evitar esas muertes y todos los conflictos, primero el Estado tiene que desterrar el racismo que hay, de la clase A y un poco de la clase B. Y lo estamos viendo de este último conflicto político que hemos tenido, no es social, político por lo que está pasando.



6. Desde su experiencia, ¿puede dar algunas recomendaciones o sugerencias para llevar adelante proyectos mineros que respeten el desarrollo sostenible y la participación ciudadana?

Una: tiene que haber una nueva tecnología de minería. Dos: se tiene que hacer un estudio de impacto ambiental conjunto con la comunidad, con la población, con la región, donde va a ser el proyecto, la zona de influencia directa y la zona de influencia indirecta. Tres: tiene que ser respetuosamente aliada la tecnología avanzada al cuidado del medio ambiente. Entonces, si ahí hay ganadería, si ahí hay agricultura, tiene que ser respetuoso en ese sentido. Y ahí te doy una experiencia, cuando hubo el conflicto de Tía María, ya teniendo la tecnología de las redes sociales, Chile sacó un spot. No me acuerdo, ya lo borraron a nivel del Perú, ya no se habla de eso. Que no es socavón, le llaman un tipo de minería y encima de ese van a los clavos de los minerales, comienza a sacar y tapar y tapan por debajo; y encima está la chacra, encima están los borregos, encima está tranquilo; pero por debajo van tapando, no dejan como socavón; y alusivo a esto está la biolixiviación para no contaminar los ríos, para no contaminar el agua. Entonces ¿cómo no tener esa tecnología para evitar la contaminación? En esos tres aspectos: hacer un EIA conjunta con la población; tener una nueva tecnología y la prioridad sería como número uno el medio ambiente



7. Para usted ¿qué condiciones debe cumplir la actividad minera en nuestro país para lograr una sostenibilidad y la licencia social de parte de la población?

El requisito que cumpliría sería cumplir la ley de minería, no es me paso ese tema tapando los huecos, poniendo más plata al funcionario, corrompiendo y evitando las sanciones. Entonces, yo creo que ahí debe cumplirse estrictamente la ley de minería que tenemos, así desfasada pero es más fuerte, más sancionable que en otros países.

 

Fecha: 3 de junio de 2023.

Entrevistador: Jaime Gamarra Zapata.

 

 

https://www.revistalapunta.com/quellaveco-no-dejara-sin-agua-el-valle-del-tambo/

jueves, 6 de julio de 2023

ANARQUISMO EN PERÚ: DIAGNÓSTICO SITUACIONAL

 

ANARQUISMO EN PERÚ: BARCO A LA DERIVA

 

Proponemos construir, procesalmente, la autogestión, el autogobierno, la democracia directa, ejercida en comunidades libres de hombres libres.

Jaime Llosa, Un socialismo difícil

 

INTRODUCCIÓN

El título de este ensayo debería ser “Anarquismo en Lima”, pues en ciudades como Cusco, Arequipa, etc., se han venido desarrollando, en los últimos años, proyectos interesantes que entroncan con las propuestas del buen vivir y la búsqueda del bien común (sumac kawsay).

No cabe duda de que el movimiento libertario en el Perú tiene su apogeo en las tres primeras décadas del siglo XX (con su corolario de la conquista de las 8 horas en todo el Perú en 1919 y la creación de federaciones obreras de carácter regional), aunque un hilo conductor o continuidad histórica se aprecia hasta las décadas de 1960 y 1970, a despecho de los historiadores oficiales como Piedad Pareja que decretan la “muerte” del anarquismo en 1930 a partir del surgimiento del Partido Aprista Peruano y del Partido Comunista. Para los historiadores oficiales y estudiosos (como García Salvatecci y Luis Tejada), el anarquismo en Perú sería asimilado por el denominado “partido del pueblo” a partir de 1930.

 

1960 y 1970

Los anarcosindicalistas tuvieron presencia en el gremio de panaderos (Federación Obrera de Panaderos Estrella del Perú) hasta la década de 1970, según testimonio de Miguel Tauro, exsecretario general de las Juventudes Comunistas a comienzos de los 60 y posterior militante de la Unión de Trabajadores Comunistas Libertarios. Teobaldo Cayetano, panadero y militante de la célula Brazo y Cerebro, llegó a ocupar la secretaría regional de Lima de la Estrella del Perú en 1963. A comienzos de 1960 aún operaba la Federación Anarquista del Perú, cuyo secretario general fue Wenceslao Zavala Grimaldo, perteneciente al gremio de construcción civil.

Antes del golpe militar de 1968 se llegó a conformar un instituto socialista libertario en Lima (el Instituto de Estudios e Investigación de Cooperativas y Comunidades), gestionado por Jaime Llosa, Gerardo Cárdenas, Víctor Gutiérrez, entre otros. Asimismo, no podemos soslayar la experiencia de la Organización Horizontal Obrera, formada por Gustavo Ruiz de Somocurcio, en Arequipa, a comienzos de los 70.


Primer número de periódico anarquista Acción Directa, 2011.

 PROBLEMA

¿Por qué el anarquismo en Perú hoy en día se ha convertido en algo inocuo e insignificante, sin una base social determinante (como en épocas pasadas)? ¿Es el anarquismo en Perú hoy en día un movimiento meramente cultural (contracultural) y marginal?

 

ANARCOINDIVIDUALISTAS EXTREMOS

Los anarquistas individualistas modernos (o posmodernos) olvidan una verdad de Perogrullo: antes de que ellos aparecieran en el mundo ya existía una cohorte de normas y convenciones sociales, así como de instituciones fuertemente arraigadas en la vida social. Se necesita ser un émulo de Diógenes de Sinope o Crates de Tebas para impugnar radicalmente las convenciones sociales y afrontar las consecuencias de ello, al margen de un logos establecido y con total parresía. Como afirma Malatesta (1975): “El individuo humano no es un ser independiente de la sociedad, sino su producto. Sin sociedad no habría podido salir de la esfera de la animalidad brutal y transformarse en un verdadero hombre, y fuera de la sociedad retornaría más o menos rápidamente a la primitiva animalidad” (p. 58). Por consiguiente, existe el enorme riesgo de caer en un individualismo metodológico cuando se pretende explicar los fenómenos sociales en función de una mirada unilateral y al margen de la historia de las luchas sociales concretas del Perú y del mundo.

 

Encuentro libertario, Lima, 2007.



Volante a favor del abstencionismo electoral, Grupo Orwell.

OMBLIGISMO

A partir de la década del 2000, los esfuerzos de colectivos o células libertarias en Lima y en otras ciudades se cristalizaron en la propaganda, a partir de la aparición de prensa de reducido tiraje (La Protesta, Avancemos, Humanidad, Acción Directa, Desobediencia, Movimiento, etc.), así como en la organización de jornadas y encuentros de militantes jóvenes y colectivos diversos (2005, 2007, 2008, etc.). Asimismo, hubo un intento de implantación social y se lograron coordinaciones efectivas con gremios antiguos y nuevos (Estrella del Perú, sindicato de Molitalia, sindicato de Topitop, call centers, etc.). De este modo, lo positivo es que, entre los años 2008 y 2011, se llevaron adelante algunas acciones directas en apoyo de los trabajadores sindicalizados, acosados sistemáticamente por la patronal nativa, para la cual la palabra “sindicato” representa una afrenta. Ya sabemos que en esta república bananera los trabajadores sindicalizados se encuentran en medio de una asimetría profunda y una legislación proempresarial (acentuada desde la flexibilización laboral y el abaratamiento de costos de los 90).

Lo deleznable es que estos rescatables esfuerzos se vieron ensombrecidos por rencillas y exabruptos (lejos de divergencias teóricas o tácticas) que terminaron por echar por tierra las coordinaciones y el proyecto de un ateneo o centro social importante, gestionado por libertarios de Lima. No obstante, algunos centros sociales pudieron funcionar (v. gr. el Centro de Estudios Sociales Manuel González Prada), pero no se sostuvieron en el tiempo.

Una de las probables explicaciones de esta desestructuración es que los anarquistas de Lima proceden, en su gran mayoría, de las clases medias tradicionales. Esto conlleva un conjunto de imaginarios sociales y orientaciones de valor (cuando no prejuicios) propios de la clase media como tipo ideal. Se sobreentiende que el gran drama de las clases medias limeñas es esforzarse por parecerse cada vez más a su arquetipo: las clases altas (alienación). Por lo tanto, se abre la puerta a la cultura del emprendimiento y de la independencia laboral. ¿Para qué, entonces, establecer redes y coordinaciones con los sindicatos o gremios de trabajadores peruanos?

Nos atreveríamos a afirmar que cuando el anarquismo abandona las reivindicaciones concretas y se desentiende del propósito de redención social de los trabajadores y de los expoliados, en general, se vacía de contenido; pierde su esencia. De esta manera, se convierte en una ideología inofensiva, insustancial y solo equiparable a un movimiento artístico-cultural (o contracultural) de “vanguardia”. Como lo asevera Kropotkin (s/f):

La posibilidad de vivir como seres humanos y de criar los hijos para hacerles miembros iguales de una sociedad superior a la nuestra, es el derecho al bienestar, en tanto que el derecho al trabajo es el derecho a seguir siendo un esclavo asalariado (…), dirigido y explotado por los burgueses venideros. El derecho al bienestar es la revolución social; el derecho al trabajo es un presidio industrial a lo sumo. (p. 21)

La inauguración del Centro Social Manuel González Prada en invierno de 2022 representa un logro indiscutible para los libertarios de Lima, algunos de los cuales vienen activando desde hace veinte años (o más). Esto fue posible gracias al internacionalismo y la solidaridad obrera, pues la CNT apoyó económicamente para conseguir un espacio amplio y céntrico en la capital peruana. Asimismo, simpatizantes y activistas vienen cotizando para plasmar el proyecto concreto, anhelado durante varios años, de contar con un ateneo libertario. Sin embargo, esta denodada labor hoy puede verse empañada por incidentes lamentables que, como una nube gris, se ciernen –recurrentemente– sobre el ambiente libertario local. Por otra parte, no podemos dejar de mencionar que un clima inquisitorial, propio de un Estado policial o de una dictadura estalinista, se ha propagado impunemente desde hace un tiempo. Algunos libertarios no han podido escapar de ello.

 

CONCLUSIÓN

¿Los anarquistas de Lima y de otras ciudades se han convertido en simples gestores culturales o promotores de eventos culturales y artísticos (ferias de libro, conciertos, recitales, etc.)? ¿Dónde queda la imprescindible labor de publicar una prensa de agitación y de propaganda? ¿Son Bukowsky, Iggy Pop, Johnny Depp, etc., los actuales referentes de los libertarios de Lima?

Estas y otras cuestiones nos vienen a la mente, sobre todo cuando muchos hemos olvidado el contexto sociohistórico en el que surge y se propagan las ideas libertarias en nuestro país. La tradición autoritaria que se buscaba impugnar era (es) muy fuerte. El Estado policial está de regreso y debemos establecer, perentoriamente, redes de apoyo con obreros, estudiantes, campesinos, trabajadores informales, etc. Muchos no recuerdan el proyecto político, cultural y ético (ethos) que conlleva el anarquismo. No obstante, el libertario norteamericano Benjamin Tucker nos lo recuerda “la doctrina según la cual todos los asuntos humanos deberían ser manejados por los individuos o las asociaciones voluntarias. El Estado debe ser abolido”.

 

REFERENCIAS

Kropotkine, P. (s/f). La conquista del pan. Barcelona: Editorial B. Bauzá.

Malatesta, E. (1975). Socialismo y anarquía. Madrid: Ayuso.


Volante repartido en jornada internacional a favor de sindicalistas de Topi top.


Biblioteca Emilio López, del Centro Social González Prada, Lima, 2023.