jueves, 6 de julio de 2023

ANARQUISMO EN PERÚ: DIAGNÓSTICO SITUACIONAL

 

ANARQUISMO EN PERÚ: BARCO A LA DERIVA

 

Proponemos construir, procesalmente, la autogestión, el autogobierno, la democracia directa, ejercida en comunidades libres de hombres libres.

Jaime Llosa, Un socialismo difícil

 

INTRODUCCIÓN

El título de este ensayo debería ser “Anarquismo en Lima”, pues en ciudades como Cusco, Arequipa, etc., se han venido desarrollando, en los últimos años, proyectos interesantes que entroncan con las propuestas del buen vivir y la búsqueda del bien común (sumac kawsay).

No cabe duda de que el movimiento libertario en el Perú tiene su apogeo en las tres primeras décadas del siglo XX (con su corolario de la conquista de las 8 horas en todo el Perú en 1919 y la creación de federaciones obreras de carácter regional), aunque un hilo conductor o continuidad histórica se aprecia hasta las décadas de 1960 y 1970, a despecho de los historiadores oficiales como Piedad Pareja que decretan la “muerte” del anarquismo en 1930 a partir del surgimiento del Partido Aprista Peruano y del Partido Comunista. Para los historiadores oficiales y estudiosos (como García Salvatecci y Luis Tejada), el anarquismo en Perú sería asimilado por el denominado “partido del pueblo” a partir de 1930.

 

1960 y 1970

Los anarcosindicalistas tuvieron presencia en el gremio de panaderos (Federación Obrera de Panaderos Estrella del Perú) hasta la década de 1970, según testimonio de Miguel Tauro, exsecretario general de las Juventudes Comunistas a comienzos de los 60 y posterior militante de la Unión de Trabajadores Comunistas Libertarios. Teobaldo Cayetano, panadero y militante de la célula Brazo y Cerebro, llegó a ocupar la secretaría regional de Lima de la Estrella del Perú en 1963. A comienzos de 1960 aún operaba la Federación Anarquista del Perú, cuyo secretario general fue Wenceslao Zavala Grimaldo, perteneciente al gremio de construcción civil.

Antes del golpe militar de 1968 se llegó a conformar un instituto socialista libertario en Lima (el Instituto de Estudios e Investigación de Cooperativas y Comunidades), gestionado por Jaime Llosa, Gerardo Cárdenas, Víctor Gutiérrez, entre otros. Asimismo, no podemos soslayar la experiencia de la Organización Horizontal Obrera, formada por Gustavo Ruiz de Somocurcio, en Arequipa, a comienzos de los 70.


Primer número de periódico anarquista Acción Directa, 2011.

 PROBLEMA

¿Por qué el anarquismo en Perú hoy en día se ha convertido en algo inocuo e insignificante, sin una base social determinante (como en épocas pasadas)? ¿Es el anarquismo en Perú hoy en día un movimiento meramente cultural (contracultural) y marginal?

 

ANARCOINDIVIDUALISTAS EXTREMOS

Los anarquistas individualistas modernos (o posmodernos) olvidan una verdad de Perogrullo: antes de que ellos aparecieran en el mundo ya existía una cohorte de normas y convenciones sociales, así como de instituciones fuertemente arraigadas en la vida social. Se necesita ser un émulo de Diógenes de Sinope o Crates de Tebas para impugnar radicalmente las convenciones sociales y afrontar las consecuencias de ello, al margen de un logos establecido y con total parresía. Como afirma Malatesta (1975): “El individuo humano no es un ser independiente de la sociedad, sino su producto. Sin sociedad no habría podido salir de la esfera de la animalidad brutal y transformarse en un verdadero hombre, y fuera de la sociedad retornaría más o menos rápidamente a la primitiva animalidad” (p. 58). Por consiguiente, existe el enorme riesgo de caer en un individualismo metodológico cuando se pretende explicar los fenómenos sociales en función de una mirada unilateral y al margen de la historia de las luchas sociales concretas del Perú y del mundo.

 

Encuentro libertario, Lima, 2007.



Volante a favor del abstencionismo electoral, Grupo Orwell.

OMBLIGISMO

A partir de la década del 2000, los esfuerzos de colectivos o células libertarias en Lima y en otras ciudades se cristalizaron en la propaganda, a partir de la aparición de prensa de reducido tiraje (La Protesta, Avancemos, Humanidad, Acción Directa, Desobediencia, Movimiento, etc.), así como en la organización de jornadas y encuentros de militantes jóvenes y colectivos diversos (2005, 2007, 2008, etc.). Asimismo, hubo un intento de implantación social y se lograron coordinaciones efectivas con gremios antiguos y nuevos (Estrella del Perú, sindicato de Molitalia, sindicato de Topitop, call centers, etc.). De este modo, lo positivo es que, entre los años 2008 y 2011, se llevaron adelante algunas acciones directas en apoyo de los trabajadores sindicalizados, acosados sistemáticamente por la patronal nativa, para la cual la palabra “sindicato” representa una afrenta. Ya sabemos que en esta república bananera los trabajadores sindicalizados se encuentran en medio de una asimetría profunda y una legislación proempresarial (acentuada desde la flexibilización laboral y el abaratamiento de costos de los 90).

Lo deleznable es que estos rescatables esfuerzos se vieron ensombrecidos por rencillas y exabruptos (lejos de divergencias teóricas o tácticas) que terminaron por echar por tierra las coordinaciones y el proyecto de un ateneo o centro social importante, gestionado por libertarios de Lima. No obstante, algunos centros sociales pudieron funcionar (v. gr. el Centro de Estudios Sociales Manuel González Prada), pero no se sostuvieron en el tiempo.

Una de las probables explicaciones de esta desestructuración es que los anarquistas de Lima proceden, en su gran mayoría, de las clases medias tradicionales. Esto conlleva un conjunto de imaginarios sociales y orientaciones de valor (cuando no prejuicios) propios de la clase media como tipo ideal. Se sobreentiende que el gran drama de las clases medias limeñas es esforzarse por parecerse cada vez más a su arquetipo: las clases altas (alienación). Por lo tanto, se abre la puerta a la cultura del emprendimiento y de la independencia laboral. ¿Para qué, entonces, establecer redes y coordinaciones con los sindicatos o gremios de trabajadores peruanos?

Nos atreveríamos a afirmar que cuando el anarquismo abandona las reivindicaciones concretas y se desentiende del propósito de redención social de los trabajadores y de los expoliados, en general, se vacía de contenido; pierde su esencia. De esta manera, se convierte en una ideología inofensiva, insustancial y solo equiparable a un movimiento artístico-cultural (o contracultural) de “vanguardia”. Como lo asevera Kropotkin (s/f):

La posibilidad de vivir como seres humanos y de criar los hijos para hacerles miembros iguales de una sociedad superior a la nuestra, es el derecho al bienestar, en tanto que el derecho al trabajo es el derecho a seguir siendo un esclavo asalariado (…), dirigido y explotado por los burgueses venideros. El derecho al bienestar es la revolución social; el derecho al trabajo es un presidio industrial a lo sumo. (p. 21)

La inauguración del Centro Social Manuel González Prada en invierno de 2022 representa un logro indiscutible para los libertarios de Lima, algunos de los cuales vienen activando desde hace veinte años (o más). Esto fue posible gracias al internacionalismo y la solidaridad obrera, pues la CNT apoyó económicamente para conseguir un espacio amplio y céntrico en la capital peruana. Asimismo, simpatizantes y activistas vienen cotizando para plasmar el proyecto concreto, anhelado durante varios años, de contar con un ateneo libertario. Sin embargo, esta denodada labor hoy puede verse empañada por incidentes lamentables que, como una nube gris, se ciernen –recurrentemente– sobre el ambiente libertario local. Por otra parte, no podemos dejar de mencionar que un clima inquisitorial, propio de un Estado policial o de una dictadura estalinista, se ha propagado impunemente desde hace un tiempo. Algunos libertarios no han podido escapar de ello.

 

CONCLUSIÓN

¿Los anarquistas de Lima y de otras ciudades se han convertido en simples gestores culturales o promotores de eventos culturales y artísticos (ferias de libro, conciertos, recitales, etc.)? ¿Dónde queda la imprescindible labor de publicar una prensa de agitación y de propaganda? ¿Son Bukowsky, Iggy Pop, Johnny Depp, etc., los actuales referentes de los libertarios de Lima?

Estas y otras cuestiones nos vienen a la mente, sobre todo cuando muchos hemos olvidado el contexto sociohistórico en el que surge y se propagan las ideas libertarias en nuestro país. La tradición autoritaria que se buscaba impugnar era (es) muy fuerte. El Estado policial está de regreso y debemos establecer, perentoriamente, redes de apoyo con obreros, estudiantes, campesinos, trabajadores informales, etc. Muchos no recuerdan el proyecto político, cultural y ético (ethos) que conlleva el anarquismo. No obstante, el libertario norteamericano Benjamin Tucker nos lo recuerda “la doctrina según la cual todos los asuntos humanos deberían ser manejados por los individuos o las asociaciones voluntarias. El Estado debe ser abolido”.

 

REFERENCIAS

Kropotkine, P. (s/f). La conquista del pan. Barcelona: Editorial B. Bauzá.

Malatesta, E. (1975). Socialismo y anarquía. Madrid: Ayuso.


Volante repartido en jornada internacional a favor de sindicalistas de Topi top.


Biblioteca Emilio López, del Centro Social González Prada, Lima, 2023.

No hay comentarios:

Publicar un comentario